TÉCNICAS PARA ELIMINAR EL MIEDO

Cualquiera que sea tu temor, apártalo de tu mente y déjalo en manos de Dios. Ten fe en Él. Gran parte del sufrimiento se debe sólo a la preocupación. ¿Por qué sufrir antes de que la enfermedad se presente? Puesto que la mayoría de nuestras dolencias provienen del miedo, si desechas todo temor estarás libre al instante. La curación será inmediata.

Todas las noches, antes de dormirte, repite esta afirmación: «El Padre Celestial está conmigo; estoy protegido». Imagínate circundado por el Espíritu y su energía cósmica, y piensa: «Todo germen que me ataque será electrocutado». Canta Om¹ tres veces o la palabra «Dios»; esto actuará como un escudo y sentirás la maravillosa protección divina. No albergues temor alguno: es la única forma de estar sano. Si comulgas con Dios, su verdad fluirá hacia ti y sabrás que en realidad eres el alma imperecedera.

Cada vez que sientas miedo, coloca tu mano a la altura del corazón, en contacto con la piel, y frota de izquierda a derecha diciendo: «Padre, soy libre; elimina este temor de la radio de mi corazón». De igual modo que eres capaz de eliminar la estática de un aparato de radio, también puedes eliminar el temor del corazón, frotando esta zona del pecho en forma continua, de izquierda a derecha, y concentrándote sin cesar en el pensamiento de que deseas eliminar esa estática de tu corazón: entonces el temor desaparecerá y te será posible percibir el gozo de Dios.

Paramahansa Yogananda. Libro "Vive sin miedo". Pág 25


¹ En las escrituras de la India Om o Aum constituye la base de todos los sonidos; es la palabra-símbolo universal para referirse a Dios. El Om de los Vedas se convirtió en el Hum de los tibetanos, en el Amin de los musulmanes, y en el Amén de los egipcios, griegos, romanos, judíos y cristianos. En hebreo, Amén significa seguro, fiel. Om es el sonido omnipresente que emana del Espíritu Santo (la Vibración Cósmica Invisible, o Dios en su aspecto de Creador); el «Verbo o la Palabra» a que hace referencia la Biblia; la voz de la creación que atestigua la Presencia Divina en cada átomo. En las Lecciones de Self-Realization Fellowship, Paramahansa Yogananda enseña ciertas técnicas de meditación cuya práctica aporta la experiencia directa de Dios, manifestado como el Om o Espíritu Santo. Esa gozosa comunión con el divino Poder invisible («el Paráclito [el Confortador], el Espíritu Santo», San Juan 14:26) es la verdadera base científica de la oración.