SÓLO CONCIBIENDO A DIOS COMO GOZO, PODEMOS CONSIDERAR A LA RELIGIÓN COMO UNIVERSALMENTE NECESARIA

Si concebimos a Dios de esta manera, es decir, como Gozo, entonces -y sólo entonces- podemos considerar a la religión como universalmente necesaria. Nadie puede negar que desea alcanzar el Gozo Supremo; y quien desea alcanzarlo del modo adecuado concebirá a Dios y sentirá su presencia en forma religiosa, es decir, como el Gozo que mora en el fondo de su corazón.

Bastará con que se lo permitamos, para que esta gozosa conciencia -o conciencia divina- llegue a impregnar todas nuestras acciones y estados mentales. Y si nos aferramos firmemente a ella, seremos capaces de discernir el valor religioso relativo de cada una de las acciones y motivaciones del hombre en la Tierra.

Si nos convencemos definitivamente de que la obtención de esta conciencia del Gozo Supremo es realmente nuestra religión, nuestra meta, nuestro último fin, desaparecerá de la mente toda duda con respecto al significado de las múltiples enseñanzas, reglas y prohibiciones de los diversos credos religiosos. Todas ellas serán entonces interpretadas a la luz del estado de desarrollo para el cual han sido prescritas.

La verdad brillará por fin, el misterio de la existencia será resuelto, y todos los detalles de nuestra vida-con sus variadas acciones y motivaciones- se verán esclarecidos por una nueva luz. Seremos capaces de descubrir la verdad que yace en el fondo de las formalidades externas de las diferentes doctrinas religiosas, y advertiremos la ineficacia de los convencionalismos que a menudo extravían a los seres humanos y crean diferencias entre ellos.

Más aún, si se enfoca la religión desde este punto de vista, no habrá un solo ser en el mundo -independientemente de su edad o condición en la vida (niño, joven, anciano; estudiante, obrero, profesional, catedrático o filántropo)- incapaz de practicarla. Si la religión consiste en abolir el sentimiento de necesidad y alcanzar el Gozo Supremo, ¿qué ser humano no está tratando de ser religioso? ¿Y quién no se esforzará por serlo aún en mayor grado, si se le indican los métodos adecuados para conseguirlo?

Paramahansa Yogananda*. Libro “La ciencia de la religión”. Pág 79.

* En 1920 fue invitado, como representante de la India, a un congreso internacional de líderes religiosos celebrado en Boston. La conferencia que ofreció en esa ocasión, la primera que dio en Estados Unidos, se publicó luego en forma de libro con el título The Science of Religion. Desde entonces, esta obra se ha traducido a siete idiomas y se utiliza como texto de consulta en numerosas universidades.