EL DESEO DE JESÚS DE RESTITUIR SUS ENSEÑANZAS ORIGINALES AL MUNDO

Es una suposición errónea de mentes limitadas el creer que los grandes seres como Jesús, Krishna y otras encarnaciones divinas han abandonado esta tierra porque ya no son visibles a la mirada humana. Esto no es así. Cuando un maestro liberado ha disuelto su cuerpo en el Espíritu y, aun así, se manifiesta en forma visible ante los devotos receptivos (como lo ha hecho Jesús a lo largo de los siglos a partir de su muerte, por ejemplo, ante San Francisco, Santa Teresa y muchos otros de Oriente y Occidente), eso significa que continúa desempeñando un papel en el destino del mundo. Aun cuando los maestros hayan cumplido la función específica por la cual asumieron una encarnación física, a algunos de ellos Dios les encomienda la tarea de velar por el bienestar de la humanidad y ayudar a guiar su desarrollo.

En la actualidad, Jesucristo está plenamente vivo y activo. Ya sea en Espíritu o asumiendo a veces una forma de carne y hueso, se encuentra trabajando, invisible a los ojos de las multitudes, para ayudar a reformar el mundo. Dado que su amor abarca a todos sin excepción, Jesús no se contenta tan sólo con permanecer en el Cielo disfrutando de su conciencia bienaventurada. Él se halla profundamente preocupado por la humanidad y desea proporcionar a sus seguidores los medios para alcanzar la divina libertad que les permita entrar en el Reino Infinito de Dios. Se siente desilusionado porque, si bien los templos y las iglesias fundados en su nombre son numerosos y, muchas veces, prósperos y poderosos, ¿dónde está la comunión que él enfatizaba -el contacto verdadero con Dios-? Jesús desea que se establezcan templos, ante todo, en las almas humanas; y luego, externamente, en lugares físicos de adoración. Hay, en cambio, enormes e incontables edificios cuyas inmensas congregaciones reciben adoctrinamiento en el eclesianismo, pero son pocas las almas que se encuentran realmente en contacto con Cristo a través de la oración y la meditación profundas.

Restablecer a Dios en el templo de las almas mediante el renacimiento de las enseñanzas originales sobre la comunión con Dios tal como fueron expuestas por Cristo y por Krishna es la razón de que yo [Paramahansa Yogananda] fuese enviado a occidente por Mahavatar Babaji, el eterno Yogui-Cristo de la India moderna.

Paramahansa Yogananda. Libro “La segunda venida de Cristo – Vol I”. Introducción, Pág XXVI