EL PODER DEL PRANAYAMA PARA GANAR LA BATALLA

Duryodhana-Deseo Material – líder de las fuerzas de la ignorancia – señala:

“Nuestras fuerzas, protegidas por Bhishma, son ilimitadas (aunque podrian ser insuficientes); en tanto que el ejército defendido por Bhima es limitado (pero sumamente idóneo)”.

Duryodhana-Deseo Material sabe que su reino se encuentra en grave peligro cuando el devoto aspirante comienza a poner en movimiento el ejército espiritual interno mediante la práctica de la meditación. Bhima, la fuerza vital guiada por el alma, es el general más importante de este ejército, dado que la fuerza vital es el eslabón entre la materia y el Espíritu, y no es posible realización alguna hasta que dicha fuerza queda bajo control y se dirige hacia el Espíritu.

A medida que el devoto que medita adquiere habilidad en la práctica de las técnicas correctas de pranayama [como el Kriya Yoga], Bhima (la fuerza vital dirigida hacia dentro y el consiguiente control de la vida y del aliento) conduce a ese yogui victorioso hacia la conciencia divina. [...] Cuando la fuerza vital se desconecta de los órganos de los sentidos, las sensaciones que provoca la materia no pueden llegar hasta el cerebro y no logran apartar de Dios la atención de aquel que medita. Por eso, se debe despertar a Bhima, o la capacidad de controlar la fuerza vital, y a otros soldados poderosos -la concentración, la intuición, la percepción interna, la calma, el autocontrol, etc., (descritos en las estrofas 4 a 6) -para que combatan contra las fuerzas del ego o pseudoalma.

Bhima, la fuerza vital guiada por el alma, lidera el ejército espiritual y es el principal enemigo del ego (Bhishma) porque, cuando el control de la fuerza vital detiene la invasión de los cinco sentidos, el alma queda automáticamente liberada del cautiverio que le impone la conciencia del ego identificada con el cuerpo. Habiendo recuperado el mando supremo de la conciencia, el alma afirma: “Jamás he sido otra cosa que el gozoso Espíritu; sólo imaginé, durante algún tiempo, que era un ser humano mortal, sujeto a las limitaciones ilusorias y a las tentaciones sensoriales”.

Paramahansa Yogananda. Libro “El Yoga del Bhagavad Guita”. Pág. 50