Libro "La búsqueda eterna. Paramahansa Yogananda. Pág 55
LA FINALIDAD DE LA CREACION ES DESILUSIONARNOS
La ciencia inventa métodos para incrementar la comodidad física, con lo cual estimula y alimenta un sinnúmero de deseos. Pero después de cierto tiempo, las comodidades materiales dejan de ser un placer y se convierten en preocupaciones, cuando adviertes lo difícil que resulta cuidar de ellas. Así pues, tienes que "pagar" un precio por cada cosa que adquieres, excepto por la bienaventuranza divina. Para obtenerla sólo hay que sentarse, en calma y en silencio y pedírsela al Padre Celestial. Si yo creyera que tengo que merecer a Dios, ni siquiera lo intentaría; pero, como hijo suyo, tengo derecho a conocerle. Si le exiges a tu Padre ese legítimo derecho, Él te lo concederá. Dios acude a la llamada del devoto que le reclama con insistencia, pues eso es lo que Él desea. Toda la creación tiene por objeto desilusionarte, induciéndote así a regresar a Él. No sabes cuándo serás arrebatado de esta vida; no existe ley alguna que establezca que disfrutarás de una larga existencia. Esto demuestra lo insensato que es desperdiciar el tiempo......El único propósito de la vida humana es desarrollar el poder sublime de la voluntad, con el fin de emplearla conforme el designio divino: conocer a Dios. Él ha creado a cada uno de sus hijos y palpita dentro de ti, implorando su entrada en tu conciencia para liberarte. La creación no tiene el propósito de hacerte daño; las dificultades y enfermedades encierran una lección que debemos aprender. Las experiencias dolorosas no tienen por objeto destruirnos, sino consumir nuestra escoria para acelerar el regreso a nuestro Hogar. Nadie está más deseoso de liberarnos que Dios mismo.