APARTES DEL LIBRO "LA LEY DEL EXITO" - SEGUNDA PARTE

LOS HÁBITOS DEL PENSAMIENTO CONTROLAN TU VIDA

Los hábitos tienen el poder de acelerar o retardar el éxito. Son tus hábitos mentales cotidianos los que modelan tu vida; ella no se rige tanto por tus inspiraciones pasajeras o brillantes ideas. Los hábitos del pensamiento funcionan como imanes, atrayendo hacia ti determinados objetos, personas y condiciones. Los buenos hábitos del pensamiento te capacitan para atraer diversos beneficios y oportunidades, mientras que los malos hábitos del pensamiento atraen hacia ti personas de mentalidad materialista y ambientes desfavorables.

Si aspiras a acabar con un mal hábito, debilítalo primero evitando toda circunstancia tendiente a provocarlo o a estimularlo, pero asegúrate de no concentrarse en él, en tu celo por evadirlo. Encauza luego tu mente hacia algún buen hábito, cultivándolo en forma constante, hasta que se convierta definitivamente en parte de tu ser.

En nuestro interior, hay dos fuerzas opuestas que luchan continuamente entre sí. Una de ellas nos insta a hacer lo que debiéramos evitar, mientras que la otra nos urge a realizar lo debido, lo que parece difícil; una es la voz del mal y la otra es la voz del bien, o de Dios.

A través de las duras lecciones cotidianas, algún día llegarás a ver claramente que los malos hábitos alimentan el árbol de los insaciables deseos materiales, mientras que los buenos hábitos nutren el árbol de las aspiraciones espirituales. Deberías concentrar tus esfuerzos cada vez más en desarrollar exitosamente el árbol de tu espiritualidad, de modo que puedas algún día cosechar el fruto maduro del conocimiento de tu verdadero Ser.

Si eres capaz de liberarte de todo tipo de malos hábitos y eres capaz de actuar correctamente porque te nace hacerlo -y no tan sólo con el objeto de evitar el dolor que acompaña a una mala acción -, sabrás entonces que estás progresando de verdad en el Espíritu.

Sólo cuando desechas de ti todos los malos hábitos eres realmente libre. Tu alma jamás conocerá la libertad mientras no llegues a ser el verdadero amo de ti mismo, mientras no seas capaz de obligarte a realizar lo debido, aun cuando no lo desees. En este poder de autocontrol yace la semilla de la libertad eterna.

Se han mencionado ya diversos atributos del éxito que son importantes: los pensamientos positivos, la voluntad dinámica, el autoanálisis, la iniciativa y el autocontrol. Numerosos libros populares destacan una o más de estas condiciones, pero no prestan atención alguna al Poder Divino que yace en el fondo de todas ellas. La "sintonización" (o armonización) con la Voluntad Divina constituye el factor más importante para atraer el éxito.

El poder de la Voluntad Divina es la fuerza que mueve el cosmos y todo cuanto hay en él. Fue la voluntad de Dios la que arrojó las estrellas en el espacio, y es su voluntad la que sostiene a los planetas en sus órbitas y dirige los ciclos de nacimiento, crecimiento y decadencia en todas las formas de vida.


Libro LA LEY DEL ÉXITO - PARAMAHANSA YOGANANDA. Pág 21 a la 24.