La vida de Lahiri Mahasaya estableció un ejemplo que transformó el erróneo concepto de que el yoga es una práctica misteriosa. Por encima de las concretas realidades de la ciencia física, cada hombre puede encontrar en Kriya Yoga la vía para comprender su verdadera relación con la Naturaleza y para sentir reverencia espiritual hacia todos los fenómenos, ya sean de tipo místico o cotidiano. Deberíamos recordar siempre que los hechos inexplicables hace mil años ya no lo son hoy, y los temas que ahora parecen misteriosos posiblemente se tornarán perfectamente inteligibles dentro de algunos años.
La ciencia de Kriya Yoga es eterna, y tan verdadera como las matemáticas. Tal como las simples leyes de la suma y la resta, la ley de Kriya jamás podrá ser destruida. Quemad hasta las cenizas todos los libros sobre matemáticas, y los hombres de mentalidad lógica podrán siempre redescubrir sus verdades. Haced desaparecer todos los textos de yoga, y sus fundamentos volverán a ser revelados cuando quiera que aparezca un sabio dotado de una devoción pura y, consecuentemente, de un conocimiento puro.
Así como Babaji se cuenta entre los más grandes avatares como un Mahavatar, y Sri Yukteswar puede ser llamado con justicia un Guianavatar o Encarnación de la Sabiduría, de igual manera Lahiri Mahasaya puede ser considerado un Yogavatar o Encarnación del Yoga.
Por los
medios cualitativos y cuantitativos del bien, el gran maestro elevó el nivel
espiritual de la sociedad. Por su poder de elevar a sus más cercanos discípulos
a la estatura espiritual de Cristo, y por su amplia diseminación de la verdad
entre las masas, Lahiri Mahasaya figura entre los salvadores de la humanidad.
Libro "Autobiografía de un Yogui". Paramahansa Yogananda. Pag 475