DIOS YA TE PERTENECE

Paramahansa Yogananda                Dios no es Algo que haya de obtenerse, sino que ha de percibirse, puesto que Él ya te pertenece. Yo le digo todo el tiempo: Señor, ¿Por qué te ocultas? No tienes derecho hacerlo, porque todos son Tuyos y Tú les perteneces a todos, por siempre y para siempre. Entonces, ¿a qué se debe esta aparente separación?». Los buscadores inconstantes excusan su letargo espiritual con la siguiente racionalización: «Mi mente es demasiado inquieta», o «Mi naturaleza es excesivamente sensual», etc. Jamás te concentres en tus defectos, pues al hacerlo te identificas con ellos. Eres tú quien coloca el velo del engaño delante de los ojos de tu sabiduría. Te convertirás en lo que pienses. 

Durante el día, te encuentras atado al recuerdo de tus debilidades; sin embargo, cada noche, cuando al dormir olvidas el mundo, también olvidas tus limitaciones. En el estado de sueño profundo, eres Espíritu puro, estás unido a tu Ser Infinito. qué no puedes experimentar lo mismo durante el día? Cada noche Dios te muestra tu verdadera identidad. ¿Por qué dudarlo? No eres un conjunto de carne y huesos, en absoluto. Lo sepas o no, tú estás con Dios. Más allá del estado onírico, el verdadero Ser interior se hace manifiesto. «Más allá de los vuelos de la imaginación, etéreo soy». Tu conciencia se expande en el Espíritu omnipresente. Mantente fiel al pensamiento de que, cada noche, tú estás con el Espíritu; sólo temporalmente le olvidas durante el día. 


De todas las cosas que Dios le ha conferido al hombre, podría decirse que su mayor don es el de dormir, porque implica olvidar el sueño mortal —descansar de la conciencia de mortalidad—. 


El hombre común no tiene otra vía de escape, pero incluso el ser humano más rudimentario cuenta con una renovación espiritual en el samadhi inconsciente que se produce durante el sueño. Sin embargo, en contraste con el samadhi consciente, dormir constituye una suerte de narcótico. Yo he experimentado con el sueño; me acercaba a ese estado y, luego, permanecía entre la vigilia y la somnolencia. Y, en ocasiones, duermo muy profundamente y puedo, al mismo tiempo, observarme mientras duermo. A través del control de tales estados de conciencia, han llegado a mí diferentes percepciones de la forma en que operan el alma y el ego. 


Esta noche, cuando entres en el estado de sueño profundo, olvidarás todas tus debilidades acumuladas a lo largo de incontables encarnaciones. Te fundirás en el abrazo del Espíritu. Aprende a experimentarlo en forma consciente durante el día; para ello, aférrate a la imperturbable calma interior del sueño profundo. Podrás entonces conocer a Dios, porque en la calma percibes tu unión con el Infinito. La meditación acompañada de la práctica de Kriya Yoga te ayudará a fijar tu conciencia en ese estado. 

Paramahansa Yogananda tomado del libro “ El viaje a la Iluminación” Vol. III. pag 435.