Toma conciencia del imponente poder espiritual y la belleza de la vida de Cristo, y esfuérzate por vivir como él. Cristo carecía de nacionalidad y amaba a los seres humanos de todas las razas como hijos de Dios. Procura sentir esa hermandad con todas las nacionalidades. Jamás experimentaremos la auténtica confraternidad a menos que la sintamos en el corazón; y esto sólo puede lograrse mediante la realización del Ser y el contacto efectivo con Dios en nuestro corazón.
Hallarás que todo te traiciona si tú traicionas a Dios olvidándole. Ya es hora de que tomes conciencia de tu unidad con todo cuanto existe, y para ello debes experimentar tu unidad con Dios. Cultiva ese sentimiento de unidad en tu vasta conciencia expandida, durante la meditación. Y, en ese aspecto, actúa con firmeza: al entrar en el silencio de la meditación, deja afuera el mundo, para que así las minucias de la creación de Dios no distraigan tu atención a Él; no permitas que nada se acerque a ese templo interior. En el santuario de tu corazón debe estar entronizado un solo poder, una sola felicidad, una sola paz: Dios. Cuando logres experimentar eso, encontrarás al Cristo Infinito bautizando tu conciencia en la unidad de la omnipresencia divina.
Tu vida externa también debe ser pura, en palabra, pensamiento y acción. Sé amable con todos; incluso si el más grande pecador se presenta ante ti, considéralo como un hermano, aunque se trate de un hermano dormido en la ignorancia. No hieras a nadie; no juzgues a nadie, sólo a ti mismo. Destruye los estados de ánimo negativos; pisotéalos hasta reducirlos a polvo.
Paramahansa Yogananda tomado del libro “ El viaje a la Iluminación” Vol. III. pag 388.
Tu vida externa también debe ser pura, en palabra, pensamiento y acción. Sé amable con todos; incluso si el más grande pecador se presenta ante ti, considéralo como un hermano, aunque se trate de un hermano dormido en la ignorancia. No hieras a nadie; no juzgues a nadie, sólo a ti mismo. Destruye los estados de ánimo negativos; pisotéalos hasta reducirlos a polvo.