EN ABRIL UN MENSAJE DE PASCUA DE RESURRECCIÓN


¡Resucita!

Así como Cristo resucitó su conciencia del sepulcro de las limitaciones mortales, así también debes tú aprender, mediante la práctica de la meditación, a resucitar tu mente de la tumba de los deseos materiales y de la prisión del cuerpo para alcanzar la conciencia de omnipresencia.

Resucita tu calma, que se halla sepultada bajo los escombros de la inquietud; resucita tu sabiduría, que permanece oculta bajo la mortaja de la ignorancia mundana; resucita tu amor, que está enterrado bajo el suelo de los mundanos apegos humanos – el limitado amor a la familia, a la sociedad y al país-, y transfórmalo en amor divino para todos.

Del mismo modo que, en estado de éxtasis, Jesús retiró su mente del cuerpo y la unificó con el Espíritu omnipresente, así debes tú, mediante la constante práctica de la meditación, desarrollar dentro de tu ser la conciencia de Cristo y, a través de dicha conciencia, unir tu alma con el omnisciente Espíritu, unir tu vida con la Vida Eterna.  

 - Paramahansa Yogananda-  La segunda Venida de Cristo. Volumen III, Parte II.