Diariamente, y no sólo cuando el calendario
indique que es Día de acción de gracias, muéstrate agradecido por las numerosas
bendiciones que recibes. El motivo de tu
gratitud no debe ser la prosperidad material. Bien sea que tengas muchas
posesiones materiales o no, cuentas siempre con la riqueza de los dones de
Dios. Ámale, mas no por las cosas que Él pudiera concederte, sino porque se
entrega a ti como tu Padre Celestial (Tomado del Diario Espiritual, Un Pensamiento Inspirador para cada día del
año)