Así pues, si procuramos buscar el origen más profundo de
toda motivación humana, descubriremos que éste es siempre el mismo: la
supresión del sufrimiento y la consecución del Gozo. Siendo ésta una meta
universal, debería considerársela como indispensable para la humanidad; y
aquello que es universal y fundamentalmente necesario para el ser humano se
convierte de manera natural, en su religión. Por lo tanto, la religión
consiste esencialmente en la definitiva supresión del dolor y la realización
del Gozo Supremo o Dios. Y todas las acciones que debemos desarrollar
con el fin de librarnos de modo permanente del sufrimiento y alcanzar el Gozo o
Dios son acciones religiosas. (Paramahansa Yogananda, La ciencia de la religión
pág 34)