NOTAS SOBRE LAS CHARLAS DE SWAMI SRI YUKTESWAR

Bhagavad Guita VI:22, 23 «Aquel logro del cual el yogui considera que no existe ganancia mayor, el estado en el que él no es perturbado ni siquiera por el dolor más profundo [...] Aquel (estado) es el Yoga: la desconexión de la identificación con el dolor. Por lo tanto, la práctica del Yoga ha de seguirse con determinación y con un corazón perseverante».

Bhagavad Guita XVIII:66 «Abandonando todos los demás deberes, busca refugio en Mí solo. No te aflijas, pues Yo te liberaré de todos los pecados».

Giriji Maharaj* decía que esta estrofa había sido interpretada de diferentes modos por muchas personas. Sri Krishna no quería decir que deberíamos adorarle sólo a Él y abandonar todos los deberes que hay que respetar. El significado más profundo es que, dentro de los chakras de la espina dorsal se manifiestan los elementos primordiales de toda la materia creada: kshiti (la tierra), ap (el agua), tejas (el fuego), marut (el aire) y vyoma (el éter). El cuerpo está compuesto por estos elementos y, tras la muerte, retorna a ellos. Los cinco sentidos corporales (vista, oído, gusto, olfato y tacto) se ponen de manifiesto mediante estos elementos y hacen que la mente se exteriorice y sea atraída hacia el cuerpo. El resultado es que la mente olvida por completo al Ser que mora en nuestro interior. Por lo tanto, el «pecado» es lo que mantiene a la mente apegada a las percepciones sensoriales y a los objetos de los sentidos. Ese apego produce inquietud, la cual nubla la percepción del alma.

El alma es siempre pura, inmaculada, verdadera y eterna. Ninguna experiencia terrena la afecta jamás. Se la puede parangonar con un espejo cubierto de polvo: basta quitar el polvo para que el espejo brille bruñido y claro. De manera semejante, el alma se halla cubierta por la inquietud de la mente y, debido a esto, no conocemos o no percibimos al alma.

Quien permanece bajo la influencia de los atributos de los elementos primordiales está sujeto a las alternantes olas del dolor y del placer. Por eso, Dios nos dice que encontremos refugio eterno en Él a través de la práctica de Kriya Yoga, mediante la cual la conciencia se eleva por encima de los efectos de los elementos en los chakras inferiores y se establece en el ajna chakra (el Kutastha). En ese estado, el devoto recuerda constantemente a Dios con devoción, es decir, se afianza en Él.

Esto es, pues, lo que Dios quiere decir con su mensaje de que Él liberará de todo pecado al yogui. Al establecerse éste en Dios, se convierte en un jivanmukta, alguien que se ha liberado en vida. Sin embargo, aun cuando Dios ha brindado esta seguridad, la mayor parte de la humanidad permanece atada a los sentidos y, por ello, vive en la ignorancia.

* Swami Sri Yukteswar Giri… Maharaj, literalmente "gran rey», es también un título de respeto que puede usarse en lugar del nombre de un hombre santo o después de dicho nombre.

Sananda Lal Ghosh. Libro “Mejda”. Pág 192

DIOS NOS PONE A PRUEBA EN TODAS LAS FORMAS POSIBLES

«Dios nos pone a prueba en todas las formas posibles», dijo el Maestro. Él saca a luz nuestras debilidades, con el objeto de que podamos percatarnos de ellas y transformarlas en fortalezas. El Señor puede enviarnos pruebas aparentemente insoportables... y puede ser aun que, en ocasiones, parezca casi como si nos estuviese alejando de sí. Pero, el devoto sabio, dirá:
«¡No, mi Señor yo te quiero sólo a Ti! Nada me detendrá en mi búsqueda. He aquí la plegaria de mi corazón: Jamás me hagas pasar por la prueba de olvidarme de tu presencia».

Paramhansa Yogananda. Libro “Máximas de Paramahansa Yogananda”. Pág. 43

BABAJI, EL YOGUI-CRISTO DE LA INDIA MODERNA

Los desfiladeros en el norte del Himalaya, cerca de Badrinarayan, son todavía bendecidos por la presencia viviente de Babaji, el gurú de Lahiri Mahasaya. El oculto maestro ha retenido su forma física durante siglos, quizá por milenios. El inmortal Babaji es un avatar. Este término de origen sánscrito significa «des- cender»: sus raíces son ava, bajo, abajo, y tri, pasar. En las escrituras hindúes, avatar significa el descenso de la Divinidad al cuerpo físico.

«El estado espiritual de Babaji está más allá de toda comprensión humana -me explicó Sri Yukteswar- La exigua visión del hombre no puede penetrar a través de su estrella trascendental. Uno trata en vano de imaginar siquiera la magnitud espiritual de un avatar, pues es inconcebible»...

… El hecho de que no existan referencias históricas acerca de Babaji no debe sorprendernos. El gran gurú nunca ha aparecido ostensiblemente en ningún siglo; el equívoco brillo de la publicidad no ha tenido lugar alguno en sus planes milenarios. Como el mismo Creador, el único aunque silencioso Poder, Babaji labora en una humilde invisibilidad.

Los grandes profetas, como Cristo y Krishna, vinieron a la Tierra con un propósito específico y espectacular, y se marcharon después de haberlo cumplido. Otros avatares, como Babaji, asumen ciertas misiones relacionadas más bien con el lento progreso evolutivo del hombre a través de los siglos, y no con un determinado hecho histórico sobresaliente. Tales maestros se ocultan siempre de las burdas miradas de la masa, teniendo el poder de hacerse invisibles a voluntad. Por estas razones, y porque generalmente instruyen a sus discípulos para que mantengan silencio respecto a ellos, un cierto número de grandes figuras espirituales permanecen desconocidas para el mundo.


Paramahansa Yogananda – Libro “Autobiografía de un Yogui”. Pág 428